Jack el Destripador: Jack The Ripper, asesinó a cinco prostitutas en 1888 en Londres y desapareció sin dejar rastro. El 31 de agosto fue encontrado el cadáver de Polly Nichols; tenia el cuello casi separado del cuerpo debido a las numerosas puñaladas, su falda estaba levantada hasta la cintura y el asesino había tenido tiempo de abrirle el estomago a navajazos, cercenarle la vagina y sacarle las entrañas. Una semana después la víctima fue Annie Chapman de 47 años; el estómago abierto, los intestinos y parte del estómago sobre el hombro derecho, aparentemente violada y con el cuello acuchillado. Luego de tres semanas volvió a matar a dos en cuestiÛn de horas. A Catherine Eddowes le sacó el riñón y luego se lo envió al jefe de un grupo de vigilantes formado en el barrio para protegerse del asesino. "Desde el infierno le envio medio riñón; la otra mitad la freí y me la comí; estaba muy sabrosa..." decía la nota sin puntuación que lo acompañaba. Su última víctima fue Mary Kelly de 25 años, el 9 de noviembre. Fue con la que m·s se ensañó: le arrancó la piel de la cara, le cortó la nariz y las orejas; el tajo del cuello era largo y profundo y la sangre salpicó tres paredes de la habitación donde se encontraban. Kelly estaba embarazada pero el feto nunca fue encontrado. A lo largo de los años se sospechó de por lo menos 72 personas de ser el destripador, el m·s eminente de ellos fue Alberto duque de Clarence, fallecido por sífilis en 1892, aunque están los que dicen que fue envenenado por su familia al confesar ser el asesino. En la lista hay inmigrante rusos y judíos, pequeños criminales, abogados, estudiantes de veterinaria, carniceros, homosexuales, incluso la teoría de que era Jill, una mujer; y el último de ellos: James Maybrick, un hombre de negocios que habría apuntado todo en su diario que después inspiró un libro en 1993, pero se llegó a la conclusión de que era falso. Para el gran cazador de asesinos seriales: John Douglas, el destripador fue Aaron Kosminski, un pobre inmigrante polaco con problemas mentales quien probablemente fue finalmente recluido en algún manicomio victoriano poniendo fin a los crímenes de Whitechapel. Mitificado por la literatura y el cine y el misterio de su identidad, Jack es el primer asesino sexual en serie de la historia moderna.
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