jueves, 22 de marzo de 2007

300, SEGUNDA PARTE


Aventuras históricas de corte épico, 300 es la recreación de un suceso histórico que ha pasado a la leyenda como prototipo del acto heroico. En el 489 a.C., apenas tres centenares de soldados espartanos, acaudillados por el rey Leónidas, frenaron el avance de decenas de miles de tropas persas bajo el mando del Emperador Jerjes, el monarca más poderoso del planeta. Para conseguirlo, los espartanos entregaron sus vidas en la defensa del estrecho paso de las Termópilas, donde la superioridad numérica persa quedaba reducida a su mínima expresión, pero con ello consiguieron una ventaja estratégica para el ejército griego que facilitaría la posterior derrota de los persas, preservando así la civilización occidental de los bárbaros asiáticos.

El cómic
Frank Miller tenía la Batalla de las Termópilas grabada a sangre y fuego desde que en su infancia vió la película El León de Esparta (The 300 Spartans, 1962), que fue una de sus grandes influencias de la infancia, por lo que cuando se consideró capacitado para ello, dedició dar su propia interpretación de aquel hecho. Así, Miller haría en el cómic algo equiparable a lo que el director Ridley Scott hizo poco después con la película Gladiator (2000): una obra que retomaba un género totalmente abandonado en Estados Unidos (el histórico), y lo hacía a lo grande, de la mano de un autor ya plenamente consagrado, y con excelentes resultados. Siguiendo la analogía, y como pasó con Gladiator, la industria saludó la osadía con una salva de premios; en los Premios Eisner de 1999, 300 arrasó con tres de los premios más importantes: Mejor Serie Limitada, Mejor Guionista/Dibujante y Mejor Color. Es decir, algo así como si hubiera ganado el Óscar a la Mejor Película, el Mejor Director y la Mejor Fotografía. En españa, se llevó el Premio a la Mejor Obra Extranjera en el Salón del Cómic de Barcelona de 1999.Publicada en EEUU por Dark Horse como miniserie de 5 comic-books entre mayo y octubre de 1998, Miller concibió cada doble página como si fuera una sola plancha. Su posterior recopilación en libro de tapa dura (formato elegido directamente para su publicación en Europa) convierte esas dobles páginas en páginas únicas en formato apaisado, por lo que ya desde su misma presentación física, 300 es un cómic atípico.





La película
El 9 de marzo de 2007 se estrenó en EEUU y el 29 en Argentina, la película que adapta el cómic de Frank Miller, y que de momento está levantando espectativas bastante positivas con los dos trailers que se han hecho públicos. En internet ya se pueden ver varias comparaciones de viñetas del cómic con fotogramas del trailer, en las que se puede apreciar el grado de fidelidad (salvando las distancias entre ambos medios, claro) que promete el largometraje.
El film estará dirigido por Zack Snyder, en la que será su segunda película tras El amanecer de los muertos (2004). El reparto está encabezado en el papel de Leónidas por Gerard Butler, cuyos trabajos recientes son los de Fantasma en la versión musical de El fantasma de la ópera de Joel Schumacher (2004), y el de ex-novio compañero de aventuras de Angelina Jolie en Lara Croft Tomb Raider: La cuna de la vida (2003).



“Los espartanos siguen siendo un misterio para todos”, dice Frank Miller, autor de 300, la novela gráfica que inspiró la película. “Podría decirse que son excepcionales porque son una cultura eminentemente bélica, dedicada por entero a la guerra. Poseen un código de honor de lo que significa ser espartano, y de él surge una clase heroica como jamás se ha visto antes en todo el mundo”. El co-guionista y director Zack Snyder añade: “Los espartanos viven para la batalla. La adoran”, dice. “Pelean como uno sólo, creando una falange en la que el escudo de cada soldado protege al hombre que hay a su lado. Es una visión impresionante e intimidatoria, incluso para los ejércitos persas. Aunque los espartanos tienen muy pocas probabilidades de éxito debido a su inferioridad numérica, un verdadero guerrero espartano siempre está dispuesto a morir por la libertad; creen que es una “muerte maravillosa”. Se definen a sí mismos por el sacrificio y la libertad”.
Para ilustrar 300, Miller sintetizó su concienzuda investigación, la cual le llevó hasta los mismos acantilados de las Termópilas, con el estilo característico que imprimió a trabajos gráficos tan legendarios como “Sin City” y “El regreso del señor de la noche”. Redujo el uniforme de los espartanos (cuyo peso, junto con el de las armas, equivalía aproximadamente a la mitad de su propio cuerpo) a sus elementos más esenciales y simbólicos y condimentó el relato de la histórica batalla del año 480 a.C. con elementos de enfrentamientos anteriores y posteriores entre Jerjes y los griegos.

“Frank tomó un hecho real y lo convirtió en mitología, lo contrario de partir de un hecho mitológico para transformarlo en realidad”, dice Snyder, que combinó la osada visión de Miller con la suya propia para hacer el largometraje. “Esto es lo estimulante. Él quería encontrar la esencia, lo opuesto a la realidad, de lo que es un espartano. Si vas a las Termópilas, la estatua de Leónidas está desnuda; tiene un escudo, una lanza y un casco y eso es todo. Frank fue a las Termópilas y estoy seguro de que la vio y dijo: ‘Así es cómo lo tenemos que hacer’”.

El núcleo principal de los realizadores se fusionó alrededor de 300 desde el mismo momento en que el proyecto cristalizó. Los productores Canton, Nunnari y Bernie Goldmann quedaron cautivados por la historia. “Zack fue muy específico sobre cómo quería que esta película pareciera y se sintiera”, comenta Goldmann, “y conforme el proyecto empezó a materializarse, sentimos una gran satisfacción al ver Zack le estaba dando forma a esta historia de un modo que el espectador no había visto antes”.
Entretanto, Snyder hizo su debut en la dirección con “Dawn of the Dead” e inmediatamente después volvió al proyecto. Trabajó en la adaptación de la novela con el también guionista Kurt Johnstad, y ambos aportaron a la historia ciertos elementos que brotaron de manera natural debido a la lucidez de la visión original de Miller (Michael B. Gordon había escrito un borrador previo del guión). El productor Jeffrey Silver se unió al equipo para trabajar estrechamente con la producción material y los efectos visuales de la producción.

“Desde el comienzo, todos los que participaron en esta película, desde la gente del estudio hasta los productores, productores ejecutivos, el reparto y el equipo de producción, apoyaron de manera increíble lo que yo quería hacer con 300”, dice Snyder. “Todos comprendieron tan bien la visión y fueron tan estupendos como colaboradores que ha sido una experiencia realmente extraordinaria”.
La decisión de Snyder de adaptar la novela gráfica tuvo implicaciones novedosas para la apariencia de la película. “El desarrollo del aspecto visual de la película fue una parte importante del proceso”, continúa Snyder. “Uno va al cine para vivir experiencias diferentes. Eso es lo que intentamos conseguir con 300. Cada fotograma de la película es como un efecto visual, ya se trate de paisajes como de batallas, escenas de acción o arquitectura,”.

Al principio, el propio Snyder hizo el storyboard de la película, y, en última instancia, él y su compañera de producción y esposa, la productora ejecutiva Deborah Snyder, en colaboración con el productor asociado Wesley Coller, idearon juntos un plan de desarrollo que expresara la visión que el director tenía de la película.

La presencia de Frank Miller, que también fue productor ejecutivo de la película, pudo haberse considerado intimidatoria para el director, pero Goldmann responde: “Frank fue muy agradable y útil. Cada vez que Zack necesitaba su contribución o su aprobación, decía: ‘Sigue así, es genial. Me encanta lo que estás haciendo’. Adoptó la película y a toda la gente relacionada con ella”.
Se realizó una serie de pruebas de cada uno de los aspectos de la película, desde la iluminación y el vestuario a la textura de los decorados. Uno de los elementos que los realizadores querían explorar era el aspecto fotográfico de la película. Snyder pensó manipular el equilibrio de colores para crear un proceso que, en última instancia, recibió el nombre de “aglomeración”. “Zack ideó una receta en la que aplastas la parte oscura de la imagen y aumentas la saturación de color para cambiar la proporción de contraste de la película”, explica Jeffrey Silver. “Cada imagen de la película pasó por un proceso de retocado. La aglomeración es lo que le da a esta película una apariencia y un tacto únicos”.
“Todos sentimos un respeto reverencial por el alcance de lo que Zack quería hacer con este proceso de efectos de múltiples capas”, añade Canton.

Gerard Butler fue informado del proyecto durante una reunión con ejecutivos de Warner Bros. “Dijeron la palabra “300” y supe que había algo nuevo y diferente en ello”, recuerda. Jeffrey Silver advierte que Butler tiene cualidades que le convertían en el hombre perfecto para el papel del rey espartano: “Su carisma como persona y su capacidad de liderazgo establecieron un tono de camaradería entre los actores. Cohesionó a su grupo de actores espartanos”. A Butler le encantó la posibilidad de sumergirse en una investigación sobre esta formidable cultura: “Durante toda su vida, lo único que se le muestra a los espartanos es el dolor, para imprimirles resistencia, para que no teman nada y no tengan piedad con el enemigo”, dice. “Todo ello requiere una gran dureza y fortaleza de carácter, desde la manera en que los hombres son preparados hasta la forma en que las mujeres deben entregar a sus hijos en nombre de la guerra”.
El guionista Kurt Johnstad añade: “Hay una competición feroz. Este código de honor, deber y lealtad está grabado a fuego en ellos, y eso se refleja en lo que hacen cada día. Se nota en cómo respiran, en cómo actúan e interactúan”.
Leónidas, un temido y reverenciado rey militar de la ciudad-estado griega de Esparta, gobierna con el consejo y el apoyo de su reina, Gorgo. “Gorgo es, según se dice, brillante”, aclara Miller. “Ella y Leónidas se protegen mutuamente y ella contribuye en gran medida al pensamiento estratégico de él. Hay un gran poso de emoción y afinidad intelectual entre ellos. Las mujeres espartanas son tan guerreras como los hombres. Los hombres son enviados al frente en primer lugar, pero en la película se puede ver que las mujeres también juegan duro”.
Nacida en el áspero paisaje del norte de Inglaterra, Lena Headey poseía una fuerza y un encanto innatos que resultaron esenciales para el papel de Gorgo. “Lena es dura, fuerte y práctica. Además, es guapa y sus ojos desprenden inteligencia”, dice Butler. “Lena aportó a Gorgo un carisma, una inteligencia y una pasión increíbles”.
Headey, que definió la película como “una historia de honor, valentía, pasión, sangre y fe”, estaba preparada para dar vida a la reina espartana. Gorgo no es una figura excesivamente importante en la historia de Miller, por lo que Headey tuvo la libertad de moldear el personaje, orientada por sus conversaciones con Snyder. “Ella tiene un carácter realmente fuerte en la película, debido a todo lo que tiene que pasar, y está preparada para el sacrificio”, puntualiza Headey. “Ha perdido a su marido, pero no puede resignarse, así que lucha, con todo su corazón, en el campo de batalla político. Veo a Gorgo como el corazón y el instinto de Esparta, y el instinto nos guía generalmente hacia la decisión correcta”.
Todo lo que Leónidas es, como rey y como hombre, se pone en evidencia cuando un mensajero llega a la ciudad con la advertencia de que un ejército de mil naciones conquistadas marcha, en ese mismo momento, hacia Esparta. Jerjes, interpretado por Rodrigo Santoro, ha hecho doblar la rodilla a todo el mundo antiguo gracias, sobre todo, a la pura audacia. “Es rico, arrogante y un megalómano muy inestable”, así lo describe el actor brasileño que interpreta al autoproclamado Rey-Dios. “Quiere conquistar el mundo. Su ambición no conoce límites. Quiere la gloria y la victoria; quiere, en definitiva, la fama eterna. Tras esas aspiraciones, sin embargo, es débil y muy inseguro”.
Jerjes, una figura imponente y enigmática cubierta de joyas exóticas, es transportado sobre un trono sagrado por esclavos en cuclillas. “Tiene una voz suave y seductora y todo lo que un Rey-Dios debe tener”, dice Bernie Goldmann. “Sabes que la gente lo seguiría… que podría seducir al igual que conquistar”.
Leónidas enseña a los persas lo que piensa de su amenaza matando literalmente a los mensajeros. Sin embargo, los políticos de Esparta no quieren luchar. Theron, interpretado por Dominic West, representa un nuevo tipo de espartano, más interesado en negociar por el poder que en luchar por la libertad. “Theron es en realidad el villano, y su maldad se manifiesta en primer lugar por ser un traidor que apacigua a los persas”, dice West. “Es político, no soldado. Siempre es bueno interpretar al malvado; generalmente, tienen los mejores papeles”, dice el actor sonriendo.
El Consejo de Esparta envía a Leónidas a consultar al Oráculo, una joven acorralada por los Éforos, unos ancianos que interpretaban sus signos. “Leónidas, a través de un salto gigantesco de la imaginación, entiende exactamente lo que los persas está tramando y sabe cómo detenerlos”, dice Frank Miller. “Pero todos los pronósticos están contra él. El Consejo no quiere luchar por su propio interés, así que usan la celebración de la Luna, la Carneia, como una excusa para no ir a la guerra”.
Leónidas moriría luchando antes que arrodillarse ante cualquier conquistador, pero si tiene que encargarse de Jerjes, deberá ser sin el respaldo del ejército espartano. “Leónidas es probablemente el personaje más resuelto que jamás he interpretado, pero cuando tiene un momento de indecisión, cuando necesita asegurarse de que hace lo correcto, siempre mira hacia su mujer”, dice Butler. “Y ella le explica de una forma muy elocuente por qué tiene que ir a la guerra, de esta forma: ‘Ve y muere. Nunca más te veré, pero lo harás como un hombre libre. No contestes a esta pregunta como un rey o como un ciudadano espartano, sino como un hombre libre’. Ésa es la verdadera esencia de una espartana”.
Aunque no esté en las Puertas de Fuego con Leónidas, la reina Gorgo debe asímismo encarar una batalla en su propio hogar. El sacrificio de Gorgo por Esparta y su futuro rey, su hijo, es la igual al de Leónidas. “Gorgo es tan guerrera como lo puede ser Leónidas. Debe reunir a su ciudad y a su país en ayuda de su rey”, afirma Johnstad, “mientras hace frente a las maniobras políticas de Theron”.
Deborah Snyder añade: “Ella da todo lo que tiene, pero, en su opinión, no es nada comparado a lo que hay en juego. No significa nada porque es mucho lo que se decide”. Las palabras de Gorgo supusieron el desafío perfecto para un guerrero espartano. “A su nación se le ha pedido que haga lo único que no aceptará, que es someterse a otro gobernante”, declara Butler. “Hay un momento para alejarse y resistir, y otro para entrar en acción. Leónidas entiende como nadie la relevancia de su cometido. No es sólo una misión para salvar Esparta: es el momento para mostrar, no sólo a Jerjes, sino al mundo entero y a las futuras generaciones, de qué pasta está hecho un espartano”.
Una guardia personal de voluntarios, formada por trescientos de los más hábiles y valientes guerreros espartanos, se agrupan alrededor de Leónidas. Él no puede declarar la guerra, pero puede dar un susto a Jerjes. Cuando Esparta decide luchar, no hay vuelta atrás. “Los pronósticos son muy adversos, pero perfectos para un rey espartano”, declara Butler. “Así que lleva a su cuerpo de élite a las Termópilas para oponer resistencia”.
Dilios, guerrero espartano y narrador de la novela gráfica, es interpretado por David Wenham, un actor australiano cuya popularidad creció de forma sorprendente en Estados Unidos cuando se presentó a los espectadores en la trilogía de “El señor de los Anillos”.
Para Snyder, el personaje de Dilios resolvió el puzzle de cómo trasladar a la película la excepcional voz de Miller como narrador. “Decidimos usar un narrador para contar la historia, lo que permite que el mundo fantástico de Frank cobre vida”, declara Snyder. “Fue importante a la hora de introducir la historia de Dilios en la película. Es genial contar con este narrador que puede llevar a la pantalla la prosa de Frank”.
La película muestra a Dilios como un guía: su versión de los hechos se convierte así en la narración que pasará de generación en generación. “Dilios es un hombre que sabe cómo no estropear una buena historia diciendo necesariamente la verdad”, dice Snyder. “Va a agrandar lo que hace falta que sea más grande, y va a hacer lo que sea para motivar y emocionar a los espartanos. Su voz proporciona el flujo poético de la película”.
El trío principal que conduce a los trescientos espartanos lo forman Leónidas, Dilios y un enigmático guerrero llamado El Capitán, interpretado por Vincent Regan. “El Capitán es probablemente uno de los personajes más apasionados de los trescientos espartanos, junto con Leónidas”, dice Regan. “Históricamente, habría sido uno de los tres capitanes de los escoltas del rey”.
El Capitán se lleva consigo a la batalla a su hijo mayor, Astinos, interpretado por Tom Wisdom. “De alguna forma, El Capitán hace un gran sacrificio al llevar a su hijo mayor con él a la expedición porque se trata de una misión suicida”, afirma Regan. “Después de todo, sólo son trescientos espartanos contra un millón de soldados del imperio persa. Pero él es extremadamente fiel a su rey y su ciudad, y está dispuesto a sacrificar todo lo que tiene, su propia vida y la de su hijo, por el ideal de libertad de su ciudad y de su rey, que es también un buen amigo”.
El papel de Astinos supone el debut de Wisdom en un largometraje, un detalle que podría haber jugado a su favor: “Supongo que una de las razones por las que fui escogido es que comparto algunas características con Astinos, que es un principiante en la guerra”, dice.
Astinos y otro soldado, Stelios, interpretado por Michael Fassbender, representan el entusiasmo de los jóvenes guerreros espartanos: “Stelios es muy espontáneo y apasionado”, dice Fassbender. “Piensa que ésta es su oportunidad de probarse a sí mismo en el campo de batalla y tener la muerte gloriosa que anhela para cumplir su destino como guerrero espartano”.

En el ejército de Jerjes, los espartanos han encontrado por fin un enemigo a su altura. Jerjes ha dado vida a una fuerza exótica y extraordinaria en la que se mezclan hombres raros, fuerza bruta, animales salvajes africanos, expertos en magia y su guardia de élite, que recibe el nombre de Los Inmortales. “Los Inmortales son su fuerza especial”, dice Santoro. “Son guerreros enmascarados muy hábiles, espeluznantes y de fiera apariencia. Son sus mejores hombres”.
“Leónidas es lo contrario de Jerjes, que se sienta en su alta torre, soborna, seduce y mata a sus hombres para conseguir la victoria”, destaca Butler. “Hay un diálogo maravilloso en el guión en el que Jerjes dice: ‘¿Cómo osas enfrentarte a mí cuando yo mataría gustosamente a cualquiera de mis hombres para conseguir la victoria? Y Leónidas responde: ‘Y yo moriría por cualquiera de los míos’. Para mí, ésta es la esencia de Leónidas”.



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